ISO 9001
La satisfacción del cliente es vital para el éxito de una empresa. Con una certificación basada en la norma ISO 9001 certificas el cumplimiento de los estándares de calidad de tus productos y servicios. Esto mejora la confianza de los clientes actuales y potenciales en su empresa y estimula la satisfacción del cliente.
¿Qué es ISO 9001?
ISO 9001 es una norma reconocida internacionalmente para la gestión de la calidad. La abreviatura "ISO" significa Organización Internacional de Normalización, mientras que "9001" es el número de la norma. ISO 9001 se publicó inicialmente en 1987 y la organización la actualiza continuamente, la más reciente en 2015. Con estas actualizaciones, ISO responde a los cambios técnicos y legales, como la digitalización de la vida empresarial.
La idea detrás de la estandarización es elevar la gestión de calidad en las empresas a un nivel superior. El objetivo es satisfacer las necesidades de los clientes y partes interesadas con la ayuda de una calidad definida y procesos comerciales. Con la ayuda de un proceso de mejora continua, ISO 9001 también proporciona el marco para mejorar los procesos existentes y las especificaciones de calidad de manera enfocada. El estándar no se limita a las grandes organizaciones corporativas; la certificación puede ser aplicada por empresas de cualquier tamaño e industria, y la estandarización puede implementarse.
¿Cuáles son los ocho principios de ISO 9001?
ISO 9001 se basa en ocho reglas de gestión de la calidad; consulte la página de información Total Quality Management:
- Orientación al cliente:
Las necesidades y requisitos de los clientes deben estar siempre en el centro de la gestión de la calidad. - Liderazgo:
La gerencia debe asumir un papel de liderazgo distintivo y promover una cultura de gestión de calidad. - Participación de los empleados:
Todos los miembros del personal deben participar en la gestión de la calidad y alentarse a hacer propuestas de mejora. - Orientación a procesos:
Todos los procesos deben diseñarse para que sean eficientes, efectivos y cumplan con los requisitos del cliente. - Orientación:
El sistema de gestión de calidad debe verse como un sistema cohesivo que cubre todos los aspectos del negocio. - Mejora continua:
El sistema de gestión de la calidad debe mejorarse continuamente para garantizar que satisfaga las necesidades de los clientes y otras partes interesadas. - Toma de decisiones basada en hechos:
Las decisiones deben basarse en hechos y datos para garantizar que sean efectivas. - Asociaciones de proveedores para beneficio mutuo:
Las asociaciones con proveedores deben diseñarse de manera que sea útil para ambas partes.
Beneficios de ISO 9001
La certificación ISO 9001 es adecuada para empresas de todos los tamaños, en cualquier industria. El proceso de certificación, incluidas las auditorías oficiales, brinda a las empresas la oportunidad de mejorar sus sistemas de gestión de calidad y establecer estándares para satisfacer mejor las necesidades de sus clientes y otras partes interesadas.
Las recompensas de implementar ISO 9001 incluyen lo siguiente:
- Las empresas se aseguran de satisfacer las demandas de sus clientes, mejorando así la fidelización de los mismos.
- Al implementar procesos y procedimientos, las empresas optimizan sus operaciones y las hacen más productivas.
- Los mecanismos de control y el seguimiento de los procesos reducen la susceptibilidad a errores y rechazos.
- La participación en la gestión de la calidad aumenta la satisfacción del personal y fomenta la iniciativa personal.
¿Cuál es el proceso de certificación?
La obtención de la certificación ISO 9001 generalmente se realiza con la ayuda de una empresa de certificación acreditada e implica varios pasos, que explicaremos con más detalle a continuación.
Paso 1: Preparación/Inventario
La preparación para la certificación es un primer paso importante. Las empresas deben asegurarse de cumplir con todos los requisitos fundamentales de la norma y de que sus sistemas de gestión de la calidad estén adecuadamente documentados. Un análisis GAP puede ayudar a reconocer y cerrar las brechas en el sistema de gestión de calidad de una empresa.
Paso 2: Auditoría inicial
El siguiente paso es realizar auditorías iniciales por parte de la empresa certificadora. Los auditores visitan la empresa y verifican que el sistema de gestión de la calidad cumpla con los requisitos de la norma ISO 9001. Los auditores realizan entrevistas con el personal y revisan la documentación para asegurarse de que la empresa cumpla con todos los requisitos.
Paso 3: Informes y medidas correctivas
Una vez finalizada la auditoría, la empresa certificadora elabora un informe que incorpora las no conformidades o deficiencias destacadas en el sistema de gestión de la calidad de la empresa. Luego, la empresa toma medidas correctivas para abordar las desviaciones identificadas y actualizar el sistema.
Paso 4: Segunda auditoría
Una vez que la empresa ha implementado las medidas correctivas necesarias, se realiza una segunda auditoría. Los auditores revisan el sistema de gestión de la calidad una vez más para asegurarse de que todas las medidas correctivas han sido efectivas y que el sistema cumple con las necesidades de la norma ISO 9001.
Paso 5: Certificación
Si la empresa supera con éxito la segunda auditoría, la empresa certificadora emitirá la certificación ISO 9001. La certificación normalmente es válida por tres años, después de los cuales debe renovarse.
Paso 6: Auditorías de vigilancia
Las auditorías de seguimiento se realizan durante el período de validez de la certificación para garantizar que la empresa siga cumpliendo los requisitos de la norma ISO 9001. Estas auditorías de seguimiento suelen realizarse una vez al año.
Obtener la acreditación ISO 9001 es un paso importante para que las empresas se aseguren de mejorar sus sistemas de gestión de calidad y cumplir con los requisitos de sus clientes y otras partes interesadas. Es cierto que el proceso de certificación requiere mucho tiempo y es costoso, aunque las ventajas de la certificación a menudo superan las inversiones en el procedimiento a largo plazo.
La gestión de procesos como elemento clave de ISO 900
La gestión de procesos es una parte central de la norma ISO 9001. La norma estipula que las organizaciones deben identificar, documentar, controlar y mejorar sistemáticamente sus procesos comerciales. Los procesos se separan en entradas, pasos de proceso y salidas para crear un marco transparente y una mejor visión general.
ISO 9001 pone un gran énfasis en el llamado "enfoque orientado al proceso". Este enfoque establece que las empresas deben ver sus procesos como sistemas interconectados y verlos en un contexto holístico. La atención se centra en la interacción de los procesos y la identificación de interfaces para optimizar la cooperación entre los distintos departamentos.
Vínculos entre ISO 9001 y la gestión de procesos
Proceso de identificación y documentación
ISO 9001 requiere que las organizaciones identifiquen y documenten todos sus procesos comerciales. La gestión de procesos ayuda a mantener una visión general de los procesos y garantiza que toda la información relevante se registre y presente de manera organizada.
Control, medición y evaluación de procesos
ISO 9001 pone un fuerte énfasis en el control de procesos. Las técnicas relevantes de gestión de procesos, como el modelado de procesos y el análisis de procesos, permiten a las empresas controlar mejor y mejorar sus procesos. Para monitorear y mejorar constantemente el rendimiento del proceso, ISO 9001 requiere la introducción de KPI medibles. Los métodos de gestión de procesos, como el seguimiento, permiten medir y evaluar periódicamente el rendimiento de los procesos.
Mejora continua
ISO 9001 requiere una mejora constante de los procesos y del SGC. Los métodos de gestión de procesos como el modelo PDCA (Plan-Do-Check-Act) o Six Sigma permiten a las empresas identificar e implementar sistemáticamente el potencial de mejora.
Pensamiento basado en el riesgo
De acuerdo con la norma ISO 9001, las empresas deben incorporar el pensamiento basado en riesgos en sus procesos. Los métodos de gestión de procesos, como los análisis de riesgos, ayudan a encontrar riesgos potenciales en una etapa temprana y a tomar las medidas adecuadas para reducirlos.
Orientación al cliente
ISO 9001 exige que las empresas cumplan y superen las necesidades y expectativas de sus clientes. La gestión de procesos ayuda a llevar la perspectiva del cliente al centro de los procesos comerciales al permitir que las empresas analicen y optimicen los procesos desde la perspectiva del cliente.
La responsabilidad de gestión
ISO 9001 destaca el papel de la gestión en la implementación y mantenimiento del SGC. Los enfoques de gestión de procesos, como la propiedad del proceso y la gobernanza del proceso, garantizan que la dirección asuma la responsabilidad de los procesos y proporcione los recursos necesarios.
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